Desde nuestra estancia en Bruselas
en Febrero de este año,
no había podido sacar de la cabeza
ni el olor ni el sabor de los gofres belgas,
así que se había convertido en toda una obsesión
conseguir una receta con un sabor igual o parecido.
Y después de varios intentos,
por fin,..
¡Lo Conseguí!
El resultado final,
muy aceptable,
eso sí,
muchos más ricos, comiéndolos recién hechos.